¿Sabes esas imágenes que se suelen compartir en Instagram de vacaciones con playas impresionantes, desconocidas y que tienes prácticamente solo para ti? Pues lamentamos decirte que no existen. Bueno, no es que no existan, pero la realidad es que en verano hay gente en (casi) todas las playas y calas de España, por muy escondidas que estén. Y es que tenemos la suerte de disponer de un gran número de paraísos para darse un relajante chapuzón, ¡pero también somos muchos poniéndonos el bañador al mismo tiempo! Así que es toda una labor de explorador encontrar un paraíso virgen por descubrir.
En busca del paraíso
Piensa que si has visto un listado en Internet (incluido este) de “playas desconocidas y poco masificadas” también lo habrán visto muchas personas más. Peeeeeero… sí es cierto que hay opciones que no son tan concurridas como el resto. Y esto, principalmente, tiene que ver con que cuesta llegar a ellas, es decir, para que tus pies se puedan enterrar en la arena tendrán que moverse un poco para llegar a ella. Algunas veces serán un par de kilómetros y otras serán rutas de senderismo un poco más serias.
En definitiva, se cumple la regla de “cuanto más inaccesible, menos gente”. Claro que también se hace más difícil ir con el equipo completo de playa: mochila, nevera, sombrilla, sillas… Así que, si simplemente quieres disfrutar de un día de playa y descanso, no lo dudes, busca una playa accesible, grande y con todos los servicios. Si quieres probar otras alternativas que incluyan un buen paseo con una gran recompensa, coge la mochila, el protector solar, mucha agua, un bocadillo y ¡acompáñanos a buen Rythmo!
Redescubriendo las Islas Baleares
Quizá las Islas Baleares tengan las calas más bonitas de España, por eso son un gran reclamo turístico en verano y, si quieres encontrar sitio, vas a tener que madrugar. Entre las opciones menos visitadas que nos gustan en Rythmo son:
- En Menorca, Cala Trebalúger, a la que se accede a través de una caminata de unos 30 minutos. Y en el norte hay playas espectaculares de arena roja menos concurridas, como Cala Pilar.
- En Ibiza, Es Portixol y Cala Llentisca son un claro ejemplo de que los caminos difíciles conducen a lugares impresionantes.
- En Mallorca aún quedan rincones vírgenes tan únicos como S’Arenalet des Verger en Artà y la Cala Es Carbó, en Colonia Sant Jordi.
Aventura en las Islas Afortunadas
Desde playas interminables de arena dorada, hasta calas de arena negra entre acantilados. Las Islas Canarias tienen una gran variedad de tipos de playa. Y si te pones unas buenas zapatillas y echas a andar, algunas de ellas las tendrás (casi) solo para ti.
- En La Palma te recomendamos la Playa de Nogales, de fina arena negra y en El Hierro, más que playas como tal, te sugerimos buscar piscinas naturales que el mar ha ido creando en el litoral, como el Charco Azul.
- En Tenerife podrás ver la mejor puesta de sol en la Playa de Benijo. Y si te apetece hacer una caminata (bastante exigente), la Playa de Atlanterra te esperará al final para que te sumerjas en un baño de lo más tranquilo.
- En Gran Canaria aún quedan playas y calas salvajes protegidas del turismo, como San Agustín, en Ingenio, y Montaña Arena. Y en Lanzarote te recomendamos la Playa del Jardín y Playa de las Malvas.
- Fuerteventura tiene playas tan grandes y espectaculares que, aunque reciban mucho turismo, no dan la sensación de estar masificadas. Aun así, tienes opciones más desconocidas y salvajes, como Agua Liques o la Playa del Águila.
Darse un chapuzón en el norte
- En Asturias, una maravilla catalogada como Monumento Natural, la Playa de Gulpiyuri. Y descendiendo un espectacular acantilado encontrarás la Playa del Silencio, en Cudillero.
- En Cantabria, la Playa de Mataleñas y la Playa de Somocuevas son dos maravillosas playas a las que accedes bajando bastantes tramos de escaleras. ¡Una buena forma de ganarse el helado!
- En Galicia encontrarás muchos destinos de arena blanca y fondos cristalinos (¡y fríos!). Para alejarse un poco del bullicio, nos encantan la Playa de Carnota, la Cala de Lagoelas y la Playa Do Castro, en Ortigueira.
- Y, por último, en País Vasco nos gustan tanto sus playas como la naturaleza increíble que las rodean y que merece la pena explorar. Entre ellas, la Playa de Laga y la Playa de Saturrarán y la Playa de Ibarrangelu.
Por los mares del sur
- Cádiz es famoso por sus inmensas playas de arena fina, pero nos gusta especialmente una más desconocida e inaccesible, la Playa de El Cañuelo.
- Con unos fondos perfectos para hacer snorkel, te recomendamos la Playa de la Caleta del Maro y Cala del Pino, en Málaga y Playa del Ruso en la costa granadina.
- Almería y el Cabo de Gata tienen extensas playas vírgenes que son un auténtico paraíso, pero si te apetecen opciones menos conocidas, tienes que visitar la Cala de Enmedio y Cala del Peñón Cortado.
Paseando por el Mediterráneo
La extensa costa levantina quizá sea el destino más elegido por el turismo nacional (e internacional) para disfrutar de vacaciones de sol y playa. Pero, aunque es difícil, todavía puedes encontrar pequeños tesoros que te dejarán con la boca abierta.
- En la Costa Brava, Cala Ferriol es un tesoro de aguas cristalinas. Eso sí, si no tienes la suerte de contar con barco, tendrás una buena excursión atravesando bosque mediterráneo. Si te gusta la experiencia, puedes repetirla yendo a Playa de Sa Sabolla.
- En Tarragona puedes hacer una visita a Wikiki, como se conoce popularmente a la playa virgen de Cala Fonda.
- En Alicante, aunque es de fácil acceso y tiende a masificarse en verano, La Granadella es un auténtico espectáculo que merece la pena ver. Y si lo quieres un poco más difícil, Cala Moraig.
- Aunque las arenas doradas de Calblanque son ya conocidas en la costa de Murcia, nos gusta porque está muy bien protegido y limitado su acceso. Si te va la marcha, puedes ir por un sendero que sale desde Cabo de Palos y bordea el litoral.
Y la mejor playa virgen de España es…
Esta es solo una pequeñísima lista de muchas playas y calas increíbles menos masificadas, pero deja que te demos una sugerencia: cuando estés en tu destino de vacaciones, pregunta a comerciantes y gente de la zona. Ellos conocen mejor que nadie los tesoros escondidos que les rodean y te guiarán hacia playas con un encanto especial y que no mucha gente conoce.
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