Puede que acabes de volver de tus vacaciones o que ya casi ni las recuerdes. Incluso, si eres un afortunado, las estás disfrutando ahora mismo. Sea cual sea tu situación, septiembre es ese mes en el que todo vuelve a empezar. El comienzo de curso, los nuevos proyectos en el trabajo, las compras semanales, el gym, las extraescolares, los menús diarios, la organización de la casa… arranca eso que llamamos “rutina habitual” a la que le tenemos un poco de manía, pero que, si lo piensas bien, es la que hace que las vacaciones sean tan especiales. Son como el yin y el yan. Eso sí, no te vamos a negar que se hace duro dejar las chanclas y ponerse los zapatos, así que vamos a darte unos tips para hacer todo esto de la vuelta un poco más llevadero.
 

Ante todo… calma

Hay personas para las que es un martirio volver a enfrentar horarios y responsabilidades. Si ese es tu caso… respira. No hay nada que no hayas afrontado ya en el pasado y aquí sigues. Lo mejor es prepararte mentalmente para el momento. Sé consciente de que vas a experimentar un cambio, que puede que sientas un poco de estrés, pero ten muy claro que es algo normal y, sobre todo, temporal. Es decir, piensa que todos los que te rodean también desearían seguir de vacaciones y que vas a acostumbrarte a la nueva situación mucho más pronto de lo que imaginas.

 

Márcate objetivos y prioriza

Una buena forma de tener un mal comienzo es querer ponerte al día en 24 horas. Nadie espera que lo sepas todo y que lo tengas todo controlado de manera inmediata, así que tú tampoco deberías hacerlo.
Márcate objetivos pequeños y graduales que puedas ir cumpliendo poco a poco. Decide qué tareas son más importantes y se tienen que hacer ya y cuáles puedes posponer. Verás como ir cumpliendo tus retos de cada día te subirá el ánimo y con el tiempo será más fácil.
En casa intenta organizarte (¡la libreta y el boli son infalibles!) y reparte tareas a toda la familia. En nuestro apartado de descargas encontrarás una superplantilla que te ayudará a organizar las tareas de toda la familia.
Y en el terreno laboral, si lo necesitas, delega trabajos, pide ayuda a algún compañero o intenta obtener más margen de tiempo para los proyectos que así lo exijan.
 

Retoma la normalidad, pero poco a poco

El cuerpo no es una máquina que se adapte de un día para otro a los nuevos horarios. Así que, unos días antes de tu incorporación, intenta acostarte pronto y levantarte antes. Así, cuando suene el despertador no querrás mandarlo a la otra punta de la habitación.

Y hablando de sueño… es importante dormir lo suficiente para afrontar esa dosis extra de estrés que siempre tiene “la vuelta al cole”. Deja las pantallas, hazte una infusión, coge un buen libro ¡y a la cama!

Eso sí, cuando te levantes, piensa… ¿te gustaba desayunar tranquilamente en vacaciones? ¡Sigue haciéndolo! Es cuestión de poner la alarma 10 minutos antes. Si sales corriendo con el café en la mano, ya empiezas el día acelerado.

 

Tu plan no solo es el trabajo

Es cierto que el trabajo será el gran reto de la vuelta. Pero tu vida continúa después de fichar a la salida, así que llénala de cosas interesantes, que te gusten, te diviertan o te relajen. Dale importancia a los afterwork con los compañeros, vuelve dando un paseo a casa, apúntate a un curso de inglés o vete al cine a ver una peli. Quizá no lo puedas hacer todos los días, pero seguro que entre semana encuentras huecos para dedicarte unos minutos a ti mismo. Además, piensa que teniendo una vida personal rica y equilibrada, serás más eficiente en tu vida laboral.

De hecho, ¿por qué no comienzas a preparar tu próxima escapada? Ten en cuenta que planificar cosas que te gustan es casi como empezar a disfrutarlas. Así que vete pensando qué te apetecería hacer el próximo puente y organiza tu viaje con nuestra plantilla que tenemos preparada para ti en el apartado de descargas.

 

Vuelve a comer como te mereces

Todos nos relajamos en las vacaciones, así que nada de culpas si la báscula traicionera nos arroja algún número de más. En Rythmo no te recomendamos hacer una dieta de choque y pasarlo mal justo cuando más energías necesitas. Preferimos hablar de moderación, de incorporar menús sanos y variados a tu día a día, de buscar recetas saludables y, sobre todo, ricas, para que puedas llevar una nutrición adecuada y sostenible en el tiempo.

Las posibilidades de la cocina son infinitas. Tienes muchísimos ingredientes buenos en todos los sentidos y técnicas para sacarles el máximo partido, con la cantidad justa de grasa.

Y si esta receta la acompañas de actividad física, no te preocupes que todo volverá a estar como estaba, ¡o mejor! Eso sí, que no se te olvide darte un capricho de vez en cuando: todo esfuerzo merece su recompensa.

¡Planifica tus comidas de la mejor manera con la plantilla Rythmo!

 

A tope con el deporte

Cuando tu preocupación es respirar para llegar al final de la clase de spinning, lo de terminar el informe o la reunión de mañana pasa a segundo plano. ¿Qué queremos decir con esto? Que aparte de que hacer deporte ayuda a tu salud física y a liberar endorfinas, es muy útil para frenar esa lavadora dentro de tu cabeza que no deja de centrifugar.

Además, el principio de temporada es perfecto para probar nuevas actividades, apuntarte a un club de senderismo o buscar a algún compañero que quiera ir contigo al gym. Incluir novedades te dará motivación extra, así que, ¡póntelo fácil!

Eso sí, sé consciente de que esto es una carrera de fondo. No te vuelvas loco levantando pesas en tu primer entrenamiento o las agujetas serán muy difíciles de superar. O lo que es peor, podrías lesionarte. El secreto es ir progresando, marcándote nuevos objetivos cada semana y sentirte bien contigo mismo.

 

Ya ves, no se trata de cambiar radicalmente, ni de pasar de 0 a 100 en 2 días. Lo mejor para afrontar con nota la vuelta es ser positivo o, por lo menos, no ser catastrofista. De verdad: parece más difícil de lo que es en realidad y con un poco de tu constancia y determinación, vas a recuperar el ritmo enseguida.

Palabra de Rythmo 😉

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