No estamos inventando la pólvora si te decimos que hacer ejercicio es bueno para tu salud física y para tu coco. Pero si existe algo que te sienta tan bien, ¿por qué no lo conviertes en una rutina? La OMS aconseja realizar al menos 2,5 horas de ejercicio físico a la semana y, teniendo en cuenta que una semana tiene 168 horas, lo de la falta de tiempo… al final es solo una excusa. Eso sí, antes de ponerte la equipación es el momento de planificar y ejercitar el músculo más importante: la motivación.

 

¿Por qué es importante la planificación?

A veces solemos dar un paseo o correr cuando tenemos tiempo. ¿Qué tengo un par de horas libres? Me acerco al gimnasio. Y está bien: cualquier actividad física siempre que puedas es positiva. Pero crear ciertas pautas y rutinas te va a resultar muy útil. Primero, porque al establecerlo como una norma u obligación que adquieres contigo mismo, te va a costar menos cumplirla, dificultas que la pereza se abra hueco. Y también porque al ser constante vas a alcanzar más fácilmente tus objetivos. Y créenos cuando te decimos que no hay un chute de energía mejor que ver y sentir los resultados de tu trabajo.

Eso sí, si bien es cierto que planificar es la mejor forma de adaptar el deporte a tu vida, también es importante que lo hagas con cierta flexibilidad, para que la obligación de cumplir con tu calendario deportivo no te aparte de otras cosas que realmente te importan. Si quieres ir tres días a la semana al gimnasio y hoy te han llamado unos amigos para quedar, no lo dudes, ¡el gym se pasa a mañana!

 

Sé realista con tu condición actual

Normalmente cuando retomamos la actividad física lo hacemos con tantas ganas que en los primeros días nos desfondamos. Y llegan unas agujetas difíciles de sobrellevar y un cansancio para el que nuestro cuerpo no está acostumbrado. Y también llegan las ganas de abandonar. ¡Y eso nunca! Así que, ante todo, calma. Sé consciente de cuál es tu condición física actual y cuánto tiempo llevas sin hacer ejercicio.

Es mucho mejor ir poco a poco y con un crecimiento progresivo. Por ejemplo, si llevas años con un estilo de vida sedentario, comienza a caminar varias horas a la semana. Y cuando suponga algo fácil, combínalo con carreras cortas, y luego con pequeños sprints.

También tienes que ser consciente de las limitaciones de tu físico. Si tienes problemas de espalda, evita o, al menos, sé muy cuidadoso a la hora de levantar peso o hacer determinados ejercicios. En definitiva, adaptar los ejercicios a tu forma física es la mejor forma de garantizar resultados a largo plazo.

 

¿Hasta dónde quieres llegar?

 

Tener claro tus objetivos va a ser fundamental para elegir las rutinas de ejercicios que te ayudarán a conseguirlos. ¿Tienes en mente tonificar los músculos? Entonces prioriza los ejercicios de fuerza. ¿Quieres ganar agilidad? Entrena con ejercicios reactivos y dedica más tiempo al estiramiento. ¿Quieres mejorar tu capacidad aeróbica y la salud cardiovascular? En tus entrenamientos no deben faltar buenas sesiones de cardio.

En general, en Rythmo te recomendamos que no renuncies a nada y combines diferentes tipos de ejercicios, priorizando aquellos que están más orientados a alcanzar tus metas.

 

Planifica tus días de entreno… ¡y de descanso!

Si estás empezando a introducir el deporte en tu vida, te recomendamos que practiques ejercicios en días alternos. Por cada sesión de deporte, deja que tus músculos descansen un día.

Además, en la variedad está el gusto, si haces los mismos ejercicios todos los días, tu cuerpo y tú, os vais a aburrir. Combinando ejercicios y grupos musculares verás mejores resultados y no se te hará cuesta arriba.

Y nunca te conformes

Si superas esos momentos un tanto difíciles de los comienzos, practicar ejercicio tiene un punto adictivo que te va a enganchar y que te va a pedir más. ¿Tu reto? Evitar la comodidad de seguir haciendo aquello que tienes dominado. Que cada paso te sirva para seguir avanzando.

 

  • Perfecciona la técnica.

El cómo es más importante que el cuánto. Mejorando tu técnica optimizarás el esfuerzo y evitarás lesiones.

 

  • Haz más repeticiones

¿Y si aumentas un 10% las repeticiones de cada sesión por semana? Verás como tu nivel va progresando casi sin darte cuenta.

 

  • Añade más peso

Eso sí, poco a poco. Si lo haces repentinamente puedes tener algún susto y es mejor quedarse corto que pasarse.

 

  • Registra tus entrenamientos.

Hay muchas series, repeticiones, pesos… ¿te vas a acordar de todo? Mejor lleva una libreta y vete apuntando tus progresos.

 

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