En nuestro día a día, a menudo damos por sentado uno de los actos más fundamentales: comer. Nuestra relación con la comida puede convertirse en una experiencia apresurada y distraída si no prestamos atención. Comer rápido, sin poner atención, tiene consecuencias físicas, que van desde el aumento de peso a las malas digestiones y puede acarrear también algún problema de salud mental como el aumento de la ansiedad.
Pero, ¿qué pasaría si te dijéramos que hay una práctica que puede cambiar por completo tu relación con la comida? El "Mindful Eating" o "Alimentación Consciente" es esa práctica transformadora.
María Muñoz Yuste (@marianutricionista_my), dietista-nutricionista licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y certificada en coaching nutricional, nos explica qué es el “Mindful Eating” y todo lo bueno que va a traer a tu vida. Aprenderemos cómo incorporar esta práctica en nuestra vida cotidiana y cómo puede transformar nuestra relación con la comida y el bienestar.
¿Qué es el Mindful eating?
Se trata de una técnica basada en la atención plena que implica comer de manera consciente y deliberada. Su objetivo es poner los 5 sentidos cada vez que nos sentamos a la mesa, sintiendo plenamente lo que comemos, cómo lo comemos y cómo nos hace sentir. En lugar de ser un comportamiento automático, el Mindful Eating nos invita a saborear cada bocado, reconocer nuestras señales de hambre y saciedad y observar nuestras respuestas emocionales a la comida.
María nos señala algunos tips para practicar el Mindful Eating:
- Cocina en casa. Todo comienza con una buena preparación. No es lo mismo un hummus casero haciendo la pasta de garbanzos con tahini y pelando y cortando las zanahorias, que pasar por un súper y comprarlo. Siempre que lo prepares tú serás más consciente.
- Cuando se come, se come. Antes de comer bebe un vaso de agua, ayudará al cerebro a entender que cambias de actividad. Y plantea que la mesa de comer es para comer y la del ordenador para trabajar.
- Atención. ¿En qué estás pensando mientras comes? Observa colores, huele los alimentos, si está frío o caliente, si cruje… Presta atención a todas las sensaciones del proceso, desde la apariencia del plato, hasta el momento de ingerir tu último bocado.
¡Y no olvides hacer una foto de tus comidas! Hay estudios que demuestran que hacer una foto a las comidas reduce el automatismo y nos damos cuenta de lo que realmente comemos.
Ahora te toca a ti ponerlo en práctica y experimentar los beneficios por ti mismo. Te retamos a comer más despacio y con atención plena. 😉
Te invitamos a seguir en Instagram a María (@marianutricionista_my), descubrirás tips de nutrición TOP para aplicar en tu día a día.
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