No hace tantos años, la única relación que teníamos con el mundo de las semillas eran las pipas de girasol o de calabaza que compartíamos como acompañante de una charla al aire libre o viendo una película. ¡Y ahora están por todas partes! En ensaladas, sobre cortezas crujientes de pan, para decorar platos en muchos restaurantes… y, la verdad, no nos extraña. En Rythmo nos encantan las semillas: porque están buenas y porque SON buenas. Y ahora vas a saber por qué.
Si piensas que son una opción más orientada a la dieta vegana, vas a sorprenderte. Estos pequeños “superalimentos” están cargados de propiedades y nutrientes esenciales que te ayudan a llevar un estilo de vida saludable. Por algo las recomiendan todos los nutricionistas. Pero ¿Cuántas conoces?
Para todos los gustos
Trigo sarraceno, semillas de hinojo, de uva, de comino, de cáñamo, de cilantro… hay decenas de semillas diferentes, ¡y cada una es un mundo de posibilidades y beneficios! Te contamos las que más nos gustan en Rythmo.
Semillas de lino
¡Vaya planta! El lino lo mismo sirve para crear prendas frescas para el verano que para obtener aceite o para producir linaza, como también se conoce a su semilla. ¿Propiedades? toma nota: ácidos grasos poliinsaturados del tipo Omega 3 y Omega 6, mucha fibra para mejorar el tránsito intestinal, vitamina B1, B5 y C y un buen puñado de sales minerales.
Semillas de chía
Tienen un gran efecto saciante, así que si quieres controlar el peso son tus mejores aliadas. Y además de calcio, hierro y Omega 3, notarás sus beneficios en tu piel, ya que ayudan a regenerar los tejidos y a evitar el envejecimiento prematuro. Si además quieres mejorar el rendimiento deportivo, son ideales por su gran aporte de energía.
Sésamo
Entre otras propiedades, la vitamina B es imprescindible para la síntesis de endorfinas. O lo que es lo mismo, la hormona de la felicidad. Además, son muy ricas en calcio, ayudan a regular el colesterol y aportan triptófano, que nos ayuda en situaciones de estrés, ansiedad o insomnio. Y sí, también son in-dis-pen-sa-bles en el pan de la hamburguesa.
Quinoa
Originaria de Los Andes, se ha convertido en el alimento de moda y protagonista de mil y una ensaladas. Y no nos extraña, ya que contiene los 8 aminoácidos esenciales. Y la lista sigue con ácidos grasos poliinsaturados Omega 3 y Omega 6, vitaminas B y E, calcio, fósforo, hierro, magnesio, manganeso y zinc. Todo lo bueno que digamos, es poco.
Además de tener una de las flores más reconocibles del mundo, la amapola produce unas semillas muy apreciadas en la cocina, especialmente en alimentos horneados. Y, además, tienen hierro, calcio y vitamina A, que tiene efecto antioxidante y protector de la piel y el cabello.
Pipas de calabaza
Estimulan el sistema inmunitario y aportan energía. Y vienen acompañadas con un buen grupo de vitaminas (A, B, C, D, E y K) y minerales (fósforo, magnesio, zinc y hierro). Además, se le atribuyen beneficios sobre la prevención de enfermedades como el cáncer, enfermedades cardiovasculares, diabetes y obesidad.
Pipas de girasol
La más famosa y consumida de las semillas en España. Las pipas de girasol contienen vitamina E y un alto grado de ácido fólico, que previene la anemia, interviene en la información del sistema nervioso y controla la hipertensión. Y muchos fitoesteroles, que ayudan a regular el nivel de colesterol.
¡Pon una semilla en tu vida!
Los expertos sugieren tomar una o dos cucharadas soperas al día y elegir siempre semillas naturales, que tienen menos contenido calórico. Y, como todo en el mundo gastronómico, tienes un universo casi infinito de posibilidades.
Puedes incorporarlas en las ensaladas, en cremas de verduras y en sopas e incluso en tus platos de pasta. Además de aportarte todos los beneficios que te hemos contado, le añadirás una textura especial a tus recetas.
Las semillas de calabaza o girasol son un snack saludable si las tuestas tú en casa. Y les puedes dar tu toque personal añadiendo especias como la cúrcuma o el comino. Y si hablamos de aperitivos, el sésamo es un ingrediente fundamental en la elaboración del hummus.
El pan casero o las galletas ganan muchos puntos si añades una mezcla de semillas en ellos.
¡Y deja sitio para el postre! porque quedan perfectas mezcladas con yogurt natural, con batidos o incluso en la macedonia de frutas.
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